Al cabo de unos días de estar en ese agujero negro,
en el cual todo giraba a esa persona tan importante,
que tanta vida te dio,
te das cuenta que no ha acabado nada,
te das cuenta que es un nuevo comienzo.
Has descubierto que tú eres el responsable para seguir hundido,
pero no quieres estarlo más.
Sales, conoces gente nueva,
quizás a esas personas no las vuelvas a ver o quizás coincidáis en un futuro no muy lejano.
Ese día que decides salir, puedes ver cosas que siempre han estado ahí,
pero que para ti eran ajenas, invisibles...
Eso te llena de vida, de nuevas ilusiones,
de ganas de vivir, de volver a arriesgar,
de volver a caer y de volverse a levantar,
de ganas de luchar.
AnaMR-
