martes, 7 de abril de 2015

Hold on, pain ends.

Tu vida se consume como un cigarrillo,
pasas los días tirada en el sofá con un montón de cosas rondando por tu mente.
Cosas que tienes la obligación de hacer y otras, que simplemente son caprichos tuyos,
pero al final del día te das cuenta que no has hecho nada de eso, ni siquiera te has levantado del sofá. 
Esa misma noche piensas que estás malgastado tu vida y propones cambiarla al día siguiente. 
Piensas unas cuantas estratégicas, creas unos cuantos horarios para poder cumplirlo,
y al fin poder cambiar tu vida, pero llega la noche y descubres que aún sigues en ese sofá.
Día tras día, en ese sofá que parece que tiene fuertes garras las cuales no te dejan levantarte.

Te sientes desilusionada, apenada, rabiosa porque sabes que podrías haberlo hecho y no haber perdido tanto tiempo. 
Y vuelves a proponerte cambiar, pero sigues sin hacer nada.
Total... has asumido que hagas lo que hagas tu vida no cambiará,
y sigues esperando un golpe de suerte, un momento mágico, aunque la magia esté sobre valorada, 
o quizás esperas a una persona que te dé la mano y rompa ese lazo que te ata a la locura, 
a la soledad, al miedo, a la vergüenza...

Sí, es eso, esperas que una persona te salve, 
esperas a esa persona tan especial, 
esa persona que llegó a tu vida de improvisto y se convirtió en alguien tan necesario para ti, 
pero antes de que llegue esa persona, 
bastante antes, llega la realidad 
y las pocas ilusiones que tenias por cambiar vuelven a desaparecer. 

Aunque en el fondo sabes que esa persona, no siempre estuvo ahí cuando la necesitaste, 
y sabes que nunca lo estará, o quizás de la manera que quieras que esté,
sabes que una persona no puede salvarte, aunque te cree una espiral de ilusiones, 
cosa que al final, cuando llega la realidad desaparecen,
y después de mucho darle vueltas descubres,
que esa persona que puede salvarte, 
la única que puede hacerlo, eres tú y nadie más.



Así que, ármate de valor, de coraje, de confianza...
y levanta de una vez de ese sofá, 
explota la pompa de ilusiones antes que sea demasiado tarde y vive.
Empieza a decidir por ti misma, empieza a mirar por ti,
por quererte, por respetarte, por perseguir los sueños que tienes,
porque sino lo haces tú, nadie lo hará.
Sabes que eres fuertes y al final del camino, por muy duro que parezca, 
está la recompensa, pero para conseguirla, 
tienes que luchar por ella.


AnaMR-